domingo, 17 de agosto de 2008





Fui familia, soy hijo
Fui tormenta, soy un mar;
Fui un puñado de cenizas
Que ni siquiera el viento quiso llevar.

Fui pecado, soy el cielo
Fui bondad, soy el resultado;
Fui un puñado de cenizas
Que ni siquiera el viento pudo llevar.

Fui maestro, soy aprendiz
Fui testigo, soy el juez;
Fui un puñado de cenizas
Que ni siquiera el viento recordó llevar.

Fui el amor, soy la lastima
Fui la paciencia, soy el tiempo
Fui un puñado de cenizas
Que ni siquiera el viento se apiadó de llevar.

Fui una ruina, soy un imperio
Fui grande, soy un vestigio;
Fui un puñado de cenizas
Que ni siquiera el viento osó llevar.

Fui memoria, soy letargo
Fui razón, soy impulso;
Fui un puñado de cenizas
Y con el viento no me deje llevar.

Y aquí estoy…

4 comentarios:

Aíta dijo...

Daniel!
Me encantó tu poema...
Me sentí "tocada" con algunas cosas que esribiste...

Y... "firme como rulo de estatua" eh!

Besote!

Gally dijo...

Bienvenido a la Blogósfera...
Espero que te sientas muy a gusto y puedas postear todo lo que quieras...
Te quiero dani!!!!!!!!

Guillita dijo...

Amiguis!!! aunque me decepcione el hecho de que te me convertiste en "blogger", debo decirte que lo que escribiste es algo...mmm...outstanding!!!! jaja!! que adejetive! es bello, despcriptivo, y la pucha que te salio del fondo del quore! te adoro..

Christian dijo...

Hola Dani!

Qué precioso el poema... me gusta como vas cambiando los verbos referidos al viento.

Hermoso post para abrir tu blog. Le da mucho sentido al título!

Nos estamos leyendo!!

Un beso grande!

Chris